Sofia, 23 años

Tengo un recuerdo super claro, de cuando era pequeña, mientras mi mamá arreglaba la casa yo me la pasaba detrás de ella contándole que quería ser cuando fuera grande, y hablaba y hablaba hasta no parar.
Crecer para mí, era como la cúspide, donde podía llegar a cumplir todos mis sueños, entre esos, vivir en Londres con Zayn Malik de One Direction y tener dos hijos ("JAJAJAJA", decía a vida y Zayn).

Comenzó a pasar el tiempo, ya estaba en décimo y las personas comenzaban a preguntar "¿Qué vas a estudiar?", tantas posibles respuestas y yo en serio no sabía qué decir, sabía que quería algo que me permitiera explorar mi creatividad, que me dejara ser, pero no sabía nombrarlo, siempre, en mi entorno estaban las mismas profesiones: médico, abogado, psicólogos, ingenieros, enfermeros ¡Nadie del mundo creativo! Así que para mi mente adolescente, solo esta pequeña lista era posible.

Todo el tiempo me decían, "tú eres super buena para ayudar a las personas", realmente, no sé como porque soy hija única y ni me gusta compartir, pero anyways, entonces, dentro de mi pequeña lista, las carreras que ayudaban personas eran o psicología o derecho, así dije ¡mi reina, nos vamos a estudiar derecho!, busqué universidades, me presenté a esas carreras y al final, la última semana de once, dije "quiero psicología, el derecho es demasiado estructural para mí", pues, no investigué mucho, pero terminé empecé, sorda, ciega y muda como Shak a estudiar psicología, se sentía bien, aprendía un montón, me descubrí como 20 trastornos, pero se sentí bien, hasta quinto semestre, todo comenzó a decaer.

Ya no quería estudiar psicología y me culpaba todo el tiempo de haber escogido algo sin investigar y en el fondo sabía que no me estaba honrando a mi misma, no estaba honrando a la niña que caminó durante años detrás de su mamá contándole todos sus sueños, sin embargo, decidí quedarme y darla toda hasta el final, pero siempre dándole, mi toque creativo a TODO lo que hacía, además, no te voy a decir mentiras, sentía que también era un sueño de mis papás que debía cumplir y eso definitivamente no es ni bueno ni malo, simplemente, así tenía que suceder.

Finalmente, terminé la carrera y obvio, no era capaz de decirles a mis papás de una que no era lo que quería, así que durante un año, trabajé como psicóloga y todo lo que conseguí fue por Instagram, por el contenido que creaba, a pesar de que fue algo muy criticado por los "reales académicos", me fui abriendo camino, no me sentía mal, pero sabía que no era lo que quería hacer el resto de mi vida. Hasta que un día me dije "mi reina, si no tomas acción, vas a seguir aplazando las cosas y no estás siendo feliz", dicho y hecho, al otro día estaba arreglando mi hoja de vida para empezar a buscar trabajo como "community manager".

Había hecho algunos cursos y asesorado algunas marcas, pero en mi mente solo estaba el pensamiento de "no tienes experiencia y nunca has sido del mundo creativo", para mi sorpresa, envié dos hojas de vida y de las dos me llamaron, llevaba mucho tiempo manifestando esto, solo me faltaba confiar, fui a una de las entrevistas, era una marca con la que realmente me sentía conectada, y a la semana llamaron a decirme que había sido seleccionada, realmente, sentí miedo, pero lo que más primaba era lo orgullosa que me sentía de mi misma por haberme lanzado a pesar dé.

Pero entonces, ¿Cómo comenzar a hacer lo que realmente amas?, primero, confía en tu intuición y honra tus deseos, si desde hace tiempo sientes una conexión especial con algo, hazlo, prepárate para ellos y lánzate. Sé que da miedo el que dirán, pero no te dejes paralizar, en algún momento si no te arriesgas, te vas a arrepentir de no haber seguido tu instinto, mientras que si lo haces, te vas a sentir orgulloso por haberte lanzado a pesar dé.

Ahora, pasé de hacer historias clínicas a moodboards donde puedo expandirme en creatividad y cada día de mi vida, agradezco por el momento en él decidí honrarme.

Con amor, Sofi.

@sofialoperabt