La música, el olor a café, los sonidos de las máquinas y los saludos esporádicos son el diario vivir de lunes a viernes en la empresa.
Todo nuestro equipo principal es colombiano, y sí, digo principal, porque toda la familia Vain, está compuesta no solo por los que habitamos la oficina, la bodega y producción, sino también de cada uno de los talleres de confeccionistas que hoy, hacen posible que continuemos siendo, así, en plural: LA FAMILIA VAIN.
Algo de lo que nos sentimos realmente orgullosos es que, a pesar del crecimiento de nuestra empresa, podemos continuar respondiendo “quien hizo tu ropa”, pudo ser Rossana que cada que cada vez que la visitamos, nos ofrece desayuno: huevito con arepa y café, pudo ser Caro que cuando la vemos, nos habla un montón de su hija y su perrita princesa, o Ángela, que no le gustan los abrazos y que nuestro gerente de operaciones, cada que la visita, muere por abrazarla, o Maryori que siempre nos recibe con una sonrisa
Como puedes ver, somos una marca local, lo que nos hace sentir bastante orgullosos; Serlo, nos ha permitido aportar no solo a la economía del país impactando alrededor de 176 familias, sino también a “controlar” diferentes procesos, con el fin de reducir nuestro impacto ambiental, empezando por acciones pequeñas como separar cada uno de los residuos que se generan en la empresa y buscar como darle una segunda vida a lo que podría verse como “basura”, incluso, una de las maneras de celebrar navidad es con un concurso de árboles, donde por áreas debemos realizar con todo el reciclaje del área un árbol creativo y que sea capaz de mantenerse de pie, ¡es una tarea realmente titánica! Pero es perfecto para que a través de la creatividad podamos encontrar maneras de darle una segunda vida a todos estos elementos y ayudarle al planeta.