Me vi la película “ The Whale “( la ballena), y no sé si estoy loca o estaré para muchos errada en mi percepción, pero a diferencia de muchas mujeres plus size, poderosas y empoderadas que sigo en redes sociales, que se pronunciaron sobre esta película, no pienso que la temática sea exclusivamente gordofóbica, ni va a hundir más a quienes sufren trastornos de la conducta alimenticia, para mí, solo quiere abrirnos los ojos a un tema olvidado, y al que pocas personas le dan la importancia que realmente merece: LA SALUD MENTAL.

 

Esta, incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social, determina cómo manejamos el estrés, como nos relacionamos con los demás y como tomamos decisiones en cada aspecto y situación de nuestras vidas.

 

La película trata de Charlie, un profesor universitario que, debido a su obesidad mórbida, y los problemas de salud mental y física que padece, se encuentra a punto de morir, durante su carrera como profesor se enamoró de un alumno, dejó a su esposa e hija por ese amor, pero ella no se lo perdonó, porque siempre se sintió abandonada.

 

Tengo que confesar que en algunas escenas me sentí identificada, sufro de trastorno de ansiedad y Bulimia, digo “sufro” porque si bien recibí y recibo tratamiento para estar mejor cada día, y he logrado mejorar hasta el punto de no repetir hace mucho tiempo ciertas conductas y sentirme mucho mejor mentalmente, los trastornos alimenticios, son como cualquier enfermedad crónica, se tratan, pero en cualquier momento pueden despertar como leones rugientes, y cualquier situación que nos genere estrés o cualquier episodio de depresión puede desatarlo. 

 

Lloré al ver a Charlie con atracones, como él, yo también tenía atracones emocionales, él comía por depresión, y lo más triste de todo fue que se ensimismó tanto en él, que olvidó quien era, su valor como persona, se abandonó a tal punto de querer morir, desencadenando una obesidad mórbida que lo llevo a una insuficiencia cardiaca.

Charlie tenía tan afectada su salud mental que ni siquiera por su hija, que era lo que más amaba, le dio a su vida un rumbo distinto, no aceptó ningún tipo de ayuda, ni para su salud física, ni para su salud mental y simplemente se dejó morir.

 

Las personas trataban a Charlie como él lo hacía con el mismo, recordemos que nuestro exterior también es un reflejo de cómo nos sentimos por dentro, si yo no me quiero ni me valoro, los otros tampoco lo harán conmigo y no es tan importante que los demás lo hagan, pero si es de vital importancia que nosotros lo hagamos.

 

A diferencia de Charlie, yo si busqué ayuda, me di cuenta de que sola en el estado de depresión en que me encontraba no iba a poder recuperarme, nunca he sido obesa, mórbida, pero mi depresión me llevo a tener atracones y a comer sin medida para luego tener conductas purgativas. Subí mucho de peso también y como el protagonista no me quería dejar ver por nadie, si acaso de mi familia, pero con ayuda profesional logré erradicar muchos de estos comportamientos y todos los días trabajo por llevar al máximo nivel mi salud mental y darle la importancia que merece.

 

Finalizo exaltando el gran mensaje que nos deja la película, y es que nuestra salud mental, es tan o más importante que la salud física, hay que prestarle atención, dejar los estigmas atrás, no estamos locos por sentirnos mal, está bien ir al psicólogo, ir al psiquiatra y medicarnos si es el caso, nuestra salud mental siempre debe ser una prioridad y no es un juego, porque no estar sanos mentalmente mata.